El equipo canario no fue capaz de igualar el acierto y la intensidad del bloque de Rimas Kurtinaitis y esas fueron algunas de las claves de la derrota del conjunto dirigido por Aíto García Reneses. El Khmiki salió a la pista más enchufado y con Rice y Davis aportando su talento y experiencia para que los rusos obtuvieran en pocos minutos sus primeras ventajas, pero el Herbalife Gran Canaria hizo un parcial de 7-0 cuyos líderes fueron el norteamericano Kuric y el dominicano Báez para ponerse a un puntos de su rival. Tanto los rusos como los canarios, estaban mostrándose muy ambiciosos y eso provocó eléctricos duelos en todas las posiciones; fue el Khimki el que gracias a los puntos de Vyaltsev y Augustine pudo marcharse con una pequeña ventaja al final del primer cuarto (19-21). El comienzo del segundo cuarto no fue el soñado por el representante español en la final, que encajó rápidamente un parcial negativo, llegando a irse el Khimki hasta los diez puntos de diferencia, hasta que Tomás Bellas logró la primera canasta para los locales. Saltó a la pista Walter Tavares, que con su altura reforzó la pintura y dio otro aire a los insulares en ataque. Los hombres de Rimas Kurtinaitis seguían muy acertados en la cancha local, y los triples de Monya y Vyaltsev volvían a poner la máxima renta para los rusos (24-35 en el minuto 15). El intercambio de canastas volvía a beneficiar al equipo visitante, que aprovechaba los errores del Herbalife Gran Canaria por la simple desconcentración, y un 2+1 de Oriol Paulí puso al descanso un marcador de 33-40.
Tras la reanudación, el partido comenzó de manera similar a como lo hizo en la primera mitad y con varios puntos seguidos de Báez, el equipo insular reducía la renta rusa a cinco puntos. La velocidad de Kuric y los problemas de faltas de Vyaltsev y Davis, sentados en el banquillo por tres personales cada uno, hicieron vibrar a los espectadores del Gran Canaria Arena, que con cánticos de ánimo ayudaron a los jugadores a colocarse a tres puntos de su rival; el buen trabajo de Báez, Kuric, Newley y O´Leary sirvieron para que el Khimki no aumentara su renta de puntos, pero una canasta del finlandés Koponen silenció el pabellón al finalizar el tercer cuarto (54-59). En el último período, el Khimki salió muy fuerte y con un parcial de 1-11 ponían el +15 en el marcador gracias a los puntos de Vyaltsev y la buena dirección de Koponen. Los jugadores del Herbalife Gran Canaria se derrumbaron y con un mate de Augustine los rusos ampliaron la renta hasta los 20 puntos; Aíto García Reneses tuvo que pedir un tiempo muerto para tranquilizar a los suyos, pero apenas si pudo hacer algo y entonces la guerra se traslado al talento individual, tanto que Rice y Kuric protagonizaron un auténtico duelo tirador desde todos los frentes de la pista. El público canario animaba intentando levantar a sus jugadores, pero el Khimki no sufrió nada para poner el resultado final y ahora el Herbalife Gran Canaria deberá hacer una épica remontada en la cancha del equipo ruso la próxima semana.
En Twitter: @Danielbm200
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