Sensacional comienzo de partido de los Grizzlies. Bajo la dirección de Mike Conley, el equipo de Memphis hacía bien su trabajo en ataque y Randolph se encargaba de la zona a la vez que batalla con Aldrige, su homólogo en los Blazers. El equipo de Portland andaba algo escaso en ataque y sus principales lanzadores estaban muy desacertados, de esta forma los Grizzlies iban aumentando poco a poco su renta de puntos y se llegó al final del primer cuarto con un marcador de 25-15. En el segundo cuarto, los Grizzlies prosiguieron con su mismo estilo de juego ante unos Blazers que no mejoraron nada de nada. De modo el equipo de Portland veía como su rival se les escapaba y tan solo Aldrige salvaba a los de Oregon de una diferencia aún mayor. Los de Memphis estaban liderados por la genialidad de la pareja interior Randolph-Gasol y por los puntos de Udrih y podía decirse que se estaban paseando, ya que su rival no ofrecía resistencia alguna tal y como reflejaba el luminoso al llegar al ecuador del encuentro (58-39).
Tras el descanso, nada nuevo bajo el sol. Los Grizzlies proseguían con su exhibición de puntos y los Blazers muy desacertados; Aldrige llevaba las riendas del equipo en ataque, pero fallaba la defensa y los ajustes del entrenador del equipo de Portland no eran suficientes para frenar a los de Memphis. Los Grizzlies se estaban mostrando muy fuertes tanto desde el exterior como desde el interior. Su ataque era demoledor y su defensa muy sólida, de esta manera finalizó el tercer cuarto con un marcador de 86-62. Los Blazers espabilaron en el último período y los jugadores estrellas hicieron su aparición, pero la buena labor de Batum y Lillard no fue suficiente y al equipo de Portland le fue imposible obrar una remontada. Los Grizzlies pudieron relajarse un poco y el entrenador dio minutos a los jugadores menos habituales; el resultado no peligró en ningún momento y los de Memphis pone el 1-0 en la serie de la primera ronda del Oeste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario