Un sensacional Siakam contribuye al triunfo de los Pacers en Chicago

                                                                          

Los Indiana Pacers vencieron esta pasada madrugada por 105-120 a los Chicago Bulls en el partido correspondiente a la NBA disputado en el United Center. Los de Indiana mejoraron su balance a 5-18 tras empezar a mostrarse superiores a partir del segundo período. Coby White (22 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias) destacó en los Bulls y Pascal Siakam (36 puntos, 10 rebotes y 1 asistencia) brilló en los Pacers estableciendo su máximo de anotación en lo que va de temporada.

Comienzo de encuentro igualado con aunque con los Bulls un peldaño por encima gracias al buen trabajo de Buzelis y White. Los Pacers lograban seguir de cerca a su rival de la mano de las aportaciones de Mathurin y Nembhard. Con un ajustado marcador de 33-30 finalizó el primer cuarto. Golpe sobre la mesa de los de Indiana en el segundo cuarto y con Siakam como referente en la pintura, el equipo entrenado por Rick Carlisle en poco tiempo empezó a distanciarse y los de Chicago parecían haber perdido el hilo. Sin embargo, los de Billy Donovan consiguieron recuperarse para reducir diferencias aunque eran los Pacers los que se fueron liderando el electrónico al descanso (57-62).

Metieron una marcha más los de Indiana tras el paso por vestuarios y empezaban a recordar al equipo que la pasada campaña jugó las Finales. Siakam continuaba siendo la referencias interior y Mathurin y Nemhard le secundaban bien. De nuevo los Pacers abrían brecha y en esta ocasión los Bulls estaban bloqueados y se descolgaban. Con un marcador de 83-92 se llegó al final del tercer cuarto. No cambiaron mucho las cosas en los últimos diez minutos y el equipo de Indiana seguía mostrando una alta intensidad de juego para impedir que su rival pudiese intentar iniciar una remontada. Segundo triunfo de los Pacers ante los Bulls en siete días.

Los Bulls siguen en racha triunfal tras derrotar a los Nuggets

                                                                                     

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Los Chicago Bulls vencieron esta pasada madrugada por 119-129 a los Denver Nuggets en el partido correspondiente a la NBA disputado en el Ball Arena. La franquicia de Ilinois sigue en un gran estado de forma tras sumar su octava victoria en los últimos diez encuentros, mostrándose como el segundo mejor equipo más en forma del Este. Jamal Murray (28 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias) destacó en los Nuggets y Coby White (37 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias) brilló en los Bulls.

El comienzo fue mejor para unos Nuggets que no iban a poder contar con Nikola Jokic y Aaron Gordon, pero aún así los de Colorado con Murray a los mandos junto con Watson y Braun lograron las primeras ventajas además de ampliarlas por encima de los diez. Los Bulls con Vucevic y White combatían como podían contra la fuerte intensidad del rival. Finalizó el primer cuarto con un marcador de 35-27. En del segundo cuarto se igualó mucho y los de Chicago se mostraron más acertados. El equipo entrenado por Billy Donovan contaba con un White muy acertado y los de Denver ya empezaban a notar las ausencias de jugadores importantes, pero aún así los de Michael Malone no perdían el control del encuentro. En tablas se llegó al descanso (65-65).

Tras la reanudación no cambió el guion del choque y ninguno de los dos equipos se mostraba superior al otro. Los Nuggets se mantenían fuertes y los Bulls iban a más aunque lentamente. Las dos franquicias se alternaban en el electrónico, que al final del tercer cuarto reflejaba en empate a 95. Cambio radical en los últimos doce minutos y ahí si que los Bulls demostraron todo su potencial y su juego era muy colectivo y tanto los titulares como los suplentes aportaban. Giddey, White, Vucevic y Buzelis junto a Dalen Terry, llevaban las riendas ofensivas de los de Chicago y en poco tiempo empezaron a distanciarse. Los Nuggets estaban totalmente desbordados y no veían la forma de parar a unos Bulls que en este último período mostraron todo su potencial para poder así llevarse un holgado triunfo.