"A Barcelona, nos vamos a Barcelona, a Barcelona, nos vamos a Barcelona". Así cantaba la afición merengue ayer por la noche en la Caja Mágica tras ganar a un buen Power Electronics Valencia por 68-55. El equipo blanco llevaba 15 años sin estar entre los cuatro mejores equipos de Europa y eso era mucho tiempo para el club más laureado del baloncesto FIBA. El último entrenador que lo logró fue Zeljko Obradovic y ese año ganaron a Olympiakos en la final; han pasado muchos entrenadores pero ha tenido que ser Enmanuelle Molin, debutante como primer entrenador este año, el que lleve a los blancos a la Final Four.
El partido empezó mal para el Real Madrid, porque los valencianos estuvieron un tiempo por delante en el marcador y ello hacía presagiar otro batacazo de los blancos, pero la estrategia usada por Molin y al acierto de Tucker en el lanzamiento de tres puntos pusieron por delante al Real Madrid. El rebote fue clave también, porque Felipe Reyes se encargó de ello (es su especialidad) y la anulación de los dos bases del equipo valenciano (De Colo y Cook). Pero hay que destacar el buen partido de Dusko Savanovic con 19 puntos y la ausencia de Víctor Claver por lesión.
En el Real Madrid podemos destacar a Tucker y Suarez, ambos con 12 puntos respectivamente.
El Real Madrid jugará la Final Four de Barcelona, pero quiero felicitar al Power Eñectronics Valencia por su buen hacer en el torneo continental; desde la llegada del entrenador Pesic, los valencianos han hecho un buen juego, han plantado cara en cuartos de final de esta Euroliga y han llegado lejos en este torneo.
