El CAESA Cartagena sigue en caída libre tras la derrota ante Obradoiro

                                                                                      

El Grupo CAESA Seguros FC Cartagena CB ha sufrido esta noche una contundente derrota ante Monbus Obradoiro en el partido correspondiente a Primera FEB disputado en el Palacio Municipal de Deportes. El cuadro albinegro sigue en dinámica negativa y suma su quinto encuentro consecutivo sin conocer el triunfo. Vitor Faverani (17 puntos y 4 rebotes) fue el mejor del conjunto cartagenero y Léo Westermann (16 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias) brilló en el equipo compostelano.

Ya desde el inicio se notó y mucho la superioridad del equipo gallego y los de Diego Epifanio lo demostraron con un 2-5 inicial. Sin embargo, el CAESA Cartagena supo responder y logró acercarse a cinco puntos aunque el Monbus Obradoiro metió una marcha más para lograr distanciarse e irse con un +13 al final del primer cuarto (15-28). No mejoró la situación en el segundo cuarto para los de la Trimilenaria y los compostelanos no hacían mas que incrementar su ventaja, pese a que en dos ocasiones los locales recortaron diferencias aunque en cuanto los gallegos volvían a pisar el acelerador volvían a abrir brecha y alejaban cualquier esperanza de remontada albinegra. Preocupante marcador de 32-51 para los de Félix Alonso al llegar al descanso.

Rompió el encuentro el Monbus Obradoiro tras el paso por vestuarios y el cuadro compostelano continuaba agrandando la brecha. Las imprecisiones se apoderaban de CAESA Cartagena como también los continuos fallos en defensa. En pocos minutos los compostelanos superaron los veinte puntos de ventaja y se paseaban por la cancha de la Avenida del Cantón. Un resultado de 52-77 y las malas sensaciones cartageneras dejaban casi sentenciado el choque al final del tercer cuarto. Siguió muy fuerte el Obradoiro en los últimos diez minutos y algunos aficionados empezaban a irse del recinto. Tenía a tiro los 25 puntos de renta el cuadro gallego a falta de seis minutos y los cartageneros no daban casi señales vida y así les era imposible hacer frente a la alta intensidad de juego del equipo rival.